El terremoto de 1976 fue un sismo de magnitud 7.5 grados en la escala de Richter registrado el 4 de febrero de dicho año a las 03:03:33 horas. Sus efectos fueron desastrosos, registrándose mediciones de desplazamiento horizontal de más de 3.00 metros en algunas zonas a lo largo de la falla. Este terremoto generó aceleraciones muy altas que ocasionaron la destrucción de miles de viviendas en las zonas adyacentes a la falla, incluyendo el valle de la Ciudad de Guatemala, registrando más de 23,000 personas fallecidas y 76,000 heridos.
En conmemoración a los 40 años del terremoto en Guatemala, la Asociación Guatemalteca de Ingeniería Estructural y Sísmica, AGIES y el Instituto del Cemento y del Concreto de Guatemala, ICCG, organizaron el seminario “A 40 años del terremoto de 1976: Sismicidad y Sismo-Resistencia en Guatemala”, con el fin de recordar y hacer conciencia sobre que el país tiene una alta sismicidad latente con probabilidad de sismos significativos en el futuro cercano.

Aunque se ha avanzado en previsión y normas en el sector construcción, para 2016 se esperan nuevos aportes en cuanto a normas de seguridad estructural, para puentes, presas, prefabricados y obras menores (casas); así como directrices de refuerzo para obras existentes inadecuadas y directrices para evaluación del terreno.
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“El desarrollo de estas nuevas normas tiene como propósito reducir la vulnerabilidad de la construcción nueva, así como de las construcciones ya existentes que se identifiquen como riesgosas”, expresó el Dr. Héctor Monzón Despang, Presidente de la Asociación Guatemalteca de Ingeniería Estructural y Sísmica, AGIES.
En la actualidad existen manuales y cartillas disponibles de nuevos procesos de construcción, para maestros de obra que realizan construcciones menores, como casas. Así también, los manuales facilitan las aplicaciones sismo-resistentes para ingenieros y arquitectos que diseñan obra menor. Por otro lado, hay publicaciones en proceso para identificar la vulnerabilidad sísmica y las condiciones peligrosas en obra existente.
Sin embargo, se requiere de un serio impulso adicional para mejorar la sismo-resistencia en el país y reducir la vulnerabilidad sísmica remanente a niveles aceptables, es por ello que es necesario tomar en cuenta las debidas prevenciones, para futuras construcciones, como aplicar reglas sismo-resistentes para los elementos arquitectónicos de los mismos como cielos suspendidos, ventanerías y fijación de equipos.
Se deben re examinar las edificaciones existentes, especialmente anteriores a 1975; aunque hayan “sobrevivido” el terremoto del 1976 y hayan sido reparadas, pues hay factores importantes que las hacen un peligro latente oculto.
Asimismo, hay edificaciones peligrosas recientes en el interior del país que deben irse identificando. El ingeniero Luis Álvarez Valencia, Director General de Instituto del Cemento y del Concreto de Guatemala, ICCG, comenta “es importante contar con un Código de Construcción para Guatemala que integre todas las normas de planificación, diseño, construcción, materiales, control de calidad, supervisión y que su aplicación se vuelva obligatoria”.
Por GTMTecno.com