La gran mayoría de los perfiles estaban relacionados con el ISIS. Twitter había levantado ciertas suspicacias después del atentado de París, cuando descubrieron que cada día se publicaban 40.000 tuits de apoyo al Estado Islámico. Grupos como Anonymous iniciaron su propia caza de brujas para intentar tirar esas cuentas.
“Hemos aumentado el tamaño del equipo que revisa las denuncias, lo que ha reducido significativamente nuestro tiempo de respuesta” explica la compañía. “También nos fijamos en otras cuentas similares a las reportadas y hacemos uso de herramientas anti-spam para encontrar cuentas que puedan violar potencialmente nuestros términos, para que los agentes las revisen”.
Con información de Twitter