
El GLC representa una combinación inteligente de funcionalidad y agilidad con un moderno diseño de SUV deportivo y dinámico, sin dejar de lado el confort de un auténtico Mercedes-Benz. Su habitáculo es más espacioso que el del GLK, aunque no más que el de sus principales rivales, que son el Audi Q5, el BMW X3 y el Volvo XC60.
Gracias a esta versatilidad, el GLC es un auténtico multitalento, atractivo para clientes que desean un SUV de lujo, de tamaño mediano y numerosos campos de aplicación. Entre sus ventajas más importantes se encuentra el diseño deportivo, moderno e intemporal, con llantas de aleación de 17” a 20” y elementos de SUV, como la protección de los bajos y revestimiento metálico en los pasarruedas y en los faldones laterales. 4 líneas de equipamiento y paquetes para el exterior, cualidades de marcha segura y convincente aptitud todo terreno y una extensa oferta de sistemas de asistencia a la conducción.
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El GLC nos parece un vehículo muy conveniente para hacer desplazamientos largos por carretera por el confort que da la suspensión, tanto la de serie como la opcional de muelles neumáticos. También resulta satisfactorio para circular por zonas complicadas de campo, donde puede superar obstáculos importantes con relativa facilidad a pesar de no llevar reductora. Para quien habitualmente vaya a circular por zonas complicadas, hay dos opciones que resultan valiosas: el paquete técnico Off Road y la suspensión neumática.
El sistema de tracción total 4MATIC es permanente con una distribución de par 45:55 (delante:detrás) mediante un engranaje planetario. Es novedoso que la caja de transferencia deja de estar alojada en la caja de cambios para ser un módulo adicional, con su propio circuito de lubricación. Según Mercedes-Benz esta nueva distribución supone un ahorro de 12 kg.
El Mercedes-Benz GLC es el vehículo emblemático de la marca para el 2016, representando la fusión ideal de funcionalidad, tecnología, actitud y confort.
Por Claudio Aranda @GTMTecno
GTMTecno.com