Varios representantes de la fiscalía surcoreana registraron las oficinas de Samsung en Seúl, capital del país asiático, ante la sospecha de que la empresa podría estar implicada en un escándalo de corrupción en torno a la presidenta del país, Park Geun-hye, y su asesora Choi Soon-sil.
Según confirmó a la agencia internacional EFE un portavoz de Samsung, las autoridades judiciales requisaron la oficina encargada de relaciones externas de la compañía en búsqueda de documentos vinculados a la multinacional tecnológica y la hija de Choi, la jinete Chung Yoo-ra, ante la Federación de Equitación de Corea (KEF).
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Básicamente, la fiscalía investiga acusaciones de que Samsung envió $3,1 millones de dólares a una compañía que está a nombre de Choi en Alemania para financiar el entrenamiento ecuestre de su hija, de 20 años.
Los fiscales allanaron nueve localizaciones, entre ellas la oficina de Park Sang-jin, director de relaciones corporativas de Samsung Electronics y presidente de la Federación de Equitación de Corea.

El registro se produce apenas cinco días después de que se interrogara a un directivo de Samsung en relación con las sospechas de que Choi, en colaboración con un ex secretario de la presidenta surcoreana, elaboró una trama para presionar a empresas para que donaran fondos a dos fundaciones sin ánimo de lucro. Se cree que la mujer, de 60 años, se apropió después ilícitamente de parte de esos activos.
Pero eso no es todo, Choi está además acusada del mayor escándalo de corrupción en el país en años. Las autoridades presumen que accedió a documentos oficiales restringidos y llegó a modificar importantes discursos de la presidenta Park Geun-hye, cuya popularidad se derrumbó hasta en torno el 5 por ciento.

Tal es la magnitud de este escándalo que Park Geun-hye revocó hoy su reciente nombramiento de un nuevo primer ministro e incluso renunció a seguir ejerciendo poderes.