El partido que coronará al nuevo Campeón del Mundo de Fútbol está a dos días.
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A dos días de la final del Mundial de Qatar 2022, la Selección Argentina prepara el partido con Francia y Lionel Scaloni cuenta con casi todo el plantel, pero aún es una verdadera incógnita su planteo y formación para el domingo.
Diego Monroig, enviado de ESPN a Doha, informó en SportsCenter AM que las opciones que maneja el entrenador es volver al esquema 4-3-3 con la inclusión de Ángel Di María. Pero Fideo, quien se entrenó con normalidad no estaría para jugar todo el partido, por lo que toma fuerza la idea de utilizar la línea de tres /cinco en la defensa.
Gonzalo Montiel y Marcos Acuña ya cumplieron con la suspensión por acumulación de amarillas, por lo que podrían volver a los laterales, aunque le buen rendimiento de Nahuel Molina y Nicolás Tagliafico ante Croacia hacen duda al entrenador. Lisandro Martínez tendría otra oportunidad como titular, si se inclina por el esquema 5-3-2, dejando a Di María en el banco.
Otra alternativa para preservar a Fideo es poblar el mediocampo con el ingreso de Leandro Paredes en un 4-4-2.
Por otro lado, Papu Gómez es el único que, por el momento, no está disponible por el esguince de tobillo, pero podría infiltrarse para que Scaloni lo cuente como opción en la final.
De esta forma, con tres entrenamientos por delante, un probable equipo de la Albiceleste sería: Emiliano Martínez; Nahuel Molina/Gonzalo Montiel, Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico/Marcos Acuña; Ángel Di María/Lisandro Martínez/Leandro Paredes, Rodrigo De Paul, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister; Lionel Messi y Julián Álvarez.
Argentina enfrentará a Francia en busca de su tercera Copa del Mundo, desde las 9:00 horas de Guatemala (18:00 de Doha) en el estadio de Lusail.
Fuente: ESPN.com
Mbappé va por el trono
Kylian Mbappé y Lionel Messi enfrentarán el domingo algo más que un partido de futbol: con el título mundial de por medio, se aventura un duelo entre el Rey y el aspirante a una sucesión que se avecina probablemente cercana, pero que todavía no está solventada.
Un choque en el que Argentina y Francia desempatarán para colocarse la tercera estrella en su camiseta y sus dos estrellas, colegas en el Paris Saint-Germain, representarán al Dios que reinó durante más de 15 años en el futbol mundial y el joven rebelde que quiere, ya, arrebatarle el trono.
Mbappé es un futbolista con alma de depredador. Un rayo que desde su eclosión en el AS Mónaco en diciembre de 2015, sucediendo a Thierry Henry como el debutante más joven en el club del Principado, ya sacudió los cimientos del futbol francés y que ahora, al cabo de siete años, puede convertirse en el segundo bicampeón del Mundo más joven, solo por detrás de Pelé.
Convertido en el segundo traspaso más caro de la historia del futbol antes de cumplir la mayoría de edad, solamente por detrás de los estratosféricos 222 millones de euros que el PSG había pagado por Neymar, Mbappé ha cumplido con creces lo que de él se esperaba y puede celebrar su 23 aniversario (su cumpleaños es el 20 de diciembre) con un título Mundial que, a decir de muchos, le daría el trono que durante más de quince años ha ocupado Messi.
Que ha ocupado, en el mando más longevo de la historia del futbol profesional, y que, al menos a corto plazo pretende mantener el astro argentino, convirtiéndose la final del domingo en un duelo que puede definir esta realidad que empieza a ponerse en cuestión.
Y todo ello con Erling Haaland como espectador desde Manchester y Cristiano Ronaldo, sin equipo mientras entrena en las instalaciones del Real Madrid, entendiendo que su momento cumbre ya pasó.
Si para Leo, para Argentina entera, el título es poco menos que una obsesión después de 36 años desde que lo consiguiera la albiceleste bajo el embrujo de Diego Armando Maradona y representaría, el éxito, cerrar el círculo en cuanto a títulos para el astro de Rosario, ganador de todos los grandes torneos que jugó tanto a nivel de selecciones como de clubes, para los bleus, y para Mbappé, el escenario es tan distinto como, a la vez, apasionante.
La selección francesa, primera que repite final desde que lo hiciera Brasil hasta en tres Mundiales entre 1994 y 2002, puede ser la primera que encadena dos títulos desde que la misma Brasil en 1962, cuando en Chile revalidó el conquistado cuatro años antes en Suecia.
Y en caso de lograrlo se convertiría el joven crack del PSG en el sucesor de Pelé en este escenario… Y daría un salto adelante, indiscutible, en cuanto a convertirse en el nuevo rey del fútbol mundial.
EL MOMENTO
Sergio Busquets tenía 21 años cuando en julio de 2010 conquistó con España el Mundial. No existía un jugador de su edad que en apenas catorce meses hubiera ganado todos los títulos posibles… sin contar la Eurocopa que lograría dos años después, pero convirtiéndolo ya en Sudáfrica en un futbolista único.
Pero el mediocentro del Barcelona, que hoy valora su marcha del club al acabar esta temporada, nunca fue el crack diferencial que ha sido durante toda esta época Messi ni, tampoco, el que ya es también Mbappé…
Pero si a uno, Leo, le falta el Mundial para redondear su palmarés particular, el otro, Kylian, suspira por una Champions que se le ha resistido desde que aterrizó en el multimillonario proyecto del PSG. Títulos, ambos, que disfrutó de muy joven Busquets.
Mbappé tiene prisa por tomar el relevo de Messi y no hay mejor escenario que la final de un Mundial para escenificar ese cambio de mando en el universo futbolístico, como antesala del asalto a la Champions que volverá a ser su obsesión a partir del mes de febrero. Una conquista que, curiosamente, disfrutarían ambos juntos.
El mundo del futbol, que tras el breve reinado mágico de Ronaldinho se entregó a la soberbia calidad y magnificencia de Leo Messi, enfrentado a una rivalidad incansable con Cristiano Ronaldo, asiste hoy expectante al cambio de ciclo.
¿Será el momento o mantendrá, todavía, Messi el trono?